Ova. Tôrô Nagashi

  Era verdad que las playas de Okinawa eran particularmente hermosas, no importaba a donde dirigieras la vista solo podías ver mar cristalino y arena blanca, ya bajaba un poco la temperatura del día haciendo que la espera no fuera tan incómoda, el viento ayudaba a refrescar el ambiente, a relajarlo más; La rubia estaba sentada tranquilamente en la arena, había acomodado sus sandalias a su lado, se cubría su traje de baño marrón con un sweater a los hombros color gris y unos shorts azules de jean. Debido al viento la chica traía el cabello amarrado en una cola de caballo alta dejando caer a los lados de la cara sus dos largos mechones.

 Un poco después se escucharon suaves pisadas en la arena, podría ser un turista así que al comienzo las ignoró pero al momento noto como se acercaban por detrás de ella, su calmada espera había terminado; giró su cabeza para confirmar sus sospechas y vio como un joven castaño con el cabello un poco largo amarrado en una coleta, unas ligeras bermudas, una camisa blanca y un extraño collar con 3 garras negras se acercaba a ella con una pequeña sonrisa, ella sonrió y se levantó de la arena para recibirlo.    

Tsugumi: Viniste –le comentó con una dulce sonrisa a Yoh-

Yoh: Lamento la tardanza –dijo rascándose detrás de la cabeza- ¿Querías hablar conmigo Tsugumi? –le preguntó el chico mientras metía una de sus manos en un bolsillo y le brindaba una pequeña sonrisa-

Tsugumi: Si –asintió la chica para después llevar sus manos detrás de su espalda- Crees… ¿Qué podrías escucharme?

Yoh: Claro que si –sonrió ampliamente el chico para después reír un poco, que joven tan despreocupado-

Tsugumi: Gracias.

 Ambos se sentaron en la arena mientras ella se preparaba para hablar, después de un largo silencio se apoyó con sus manos detrás de ella y miró de reojo al chico, dándole una pequeña sonrisa, él la observó un momento confuso y ella empezó a hablar tranquilamente

Tsugumi: ¿Te puedo decir un secreto?... a decir verdad nunca he estado rodeada de demasiada gente, es decir, nunca de gente que de verdad quisiera llegar a conocerme –sonriéndole un poco al notar como el chico volteaba a verla con un poco de interés- Bueno, tampoco llegó a preocuparme demasiado eso, porque en el fondo sabía que no era lo que los demás creían –comentó mirando al frente algo melancólica- sabía que no era así de especial, no sentía que tenía nada valioso que ofrecer, nada más allá de lo físico, siempre me dejaba llevar por los sentimientos.

 La chica bajó un poco la cabeza dando una pequeña sonrisa algo triste, la brisa hizo volar su cabello mientras que el chico aún la miraba curioso, tratando de descifrar lo que trataba de decirle la joven.  

Tsugumi: Era débil…siempre una carga para mi familia, que con tanto esfuerzo me trataban como si fuese uno de ellos… tan ingrata; aunque me dieron una buena casa, comida y mucho amor, no podía evitar sentirme sola, me odiaba por eso –dijo cerrando sus ojos mientras seguía hablando suavemente- ¿De qué me servía tener ese corazón que solo me hacía sentir cosas tristes hacia mi misma? No más. Lo cerré, debía preocuparme solo por cuidarlas…mi familia…

Siempre ellas

 Dijo la chica al recordar a sus 3 primas quienes le sonreían y la llamaban emocionadas, ‘¡Gumi!´ ‘¡Tsugumi onê-san!´ ‘¡Tsugumi!’, aún en sus pensamientos podía escucharlas claramente, esas tres voces llamándola en el pequeño coro que ella amaba escuchar, no más sonrió y miró de reojo a Yoh amistosa.

Tsugumi: Incluso si a veces me sentía vacía, y seguía sintiendo que no tenía demasiado que ofrecer, era capaz de seguir adelante, solo por ellas, para cuidarlas de cualquier mal que pudiera hacerlas sentir tristes, lo tome como mi única responsabilidad, debía protegerlas, eso hasta…

Hasta que te conocí

--Flash Back

 Tres jovencitas de unos 14 años caminaban por unos largos pasillos buscando las escaleras de salida, dos de ellas eran exactamente iguales mientras la tercera tenía el cabello rubio, eran las hermanas Ryugasaki o para en ese entonces y en ese lugar las conocían como el Kitsune Gumi; aunque no traían sus uniformes de pelea, no estaban en ese enorme estadio apache para pelear si no para observar a sus contrincantes.

Tsubasa: Conque nos mandó a investigar al equipo Funbari Onsen esta vez, ¿Por qué no los investiga ella de vez en cuando, no se supone que es nuestra maestra? –Dijo la jovencita con las manos en la cintura mientras miraba de reojo a sus hermanas, traía su largo cabello castaño sujeto en dos moños a la altura de los hombros, un vestido corto de tiras verde, un pañuelo blanco amarrado en el cuello, unas medias cortas del mismo color y unos botines holgados color negro; las tres subieron por unas amplias escaleras hasta llegar a las gradas de aquel estadio hecho especialmente para el torneo de shamanes mientras podían notar como anunciaban la siguiente pelea- al menos llegamos justo a tiempo

Tsugumi: Tal vez  Hirai-sama nos mandó para darnos cuenta por nosotras mismas que tan poderoso son –dijo la rubia mientras acomodaba su coleta de lado, la chica vestía una camiseta blanca con el dibujo de una fresa en el pecho, unos pescadores de jean un poco más arriba de sus rodillas y unos zapatos deportivos- últimamente se han escuchado muchos rumores sobre los integrantes de ese equipo, tal vez sea de gran ayuda saber más de ellos –en eso ambas escucharon un sonido electrónico que provenía detrás de ellas donde Tsukasa tecleaba algunos códigos en su oráculo virtual-

Tsukasa: Funbari Onsen Gumi…sus miembros son Asakura Yoh, Umemiya Ryunosuke y Johann George Faust VIII –dijo subiendo la mirada mientras se volvía a colocar su oráculo al cuello como si se tratara de un collar- al parecer están conectados con Asakura Hao y el equipo The Ren; no me parece extraño porque nos mando a observar la pelea sí estas personas tienen tal entorno –la joven tenía el mismo peinado de su hermana gemela, su oráculo virtual colgaba de su cuello, su delicado vestido corto con encajes era blanco y sin mangas, con un cinturón grueso ajustado a la cintura color negro al igual que sus zapatillas y gruesa franja al final de su falda, sin faltar sus brazaletes romanos en ambos brazos-

Tsubasa: ¡Hm! Lo que sea –dijo abanicándose con su abanico mientras acomodaba su cinturón negro a la cintura donde cargaba amarrado su oráculo virtual- además que nombre tan extraño, ¿Aguas termales de Funbari?, al menos se hubieran inventado algo mejor –encogiéndose en hombros haciendo con cada movimiento sonar sus argollas y pulseras- seguro son un trío de tipos raros como todos en este torneo

Tsugumi: Quien sabe, no lo sabremos sí seguimos discutiendo, mejor observemos de cerca la pelea, sí no le enviamos un buen informe a Hirai-sama seguro nos hará comer tres hongos shîtake otra vez –dijo la rubia mientras se sentaba en las gradas con sus dos primas a su lado, quienes tenían sus rostros azules por tan solo el simple recuerdo de comer esos altamente nutritivos pero no tan deliciosos hongos-

A pesar de que te veías tan pequeño…dentro de ti había un poder que nunca me había imaginado, después de ver esa pelea, quede completamente impactada. Comencé a observarte…al principio por curiosidad o por precaución, pero a medida que iba investigando acerca de ti, más me asombraba con las respuestas.

Tsugumi: Es increíble, ese chico es inhumano, ¿Qué rayos han hecho esas personas para lograr tener tanto poder espiritual? –Exclamó preocupada mientras acomodaba 2 de sus broches de cabello a los lados de su rostro- ¿lograste encontrar otra cosa Tsuki?

Tsukasa: Al parecer Asakura Yoh usa un espíritu de un nivel superior ya que tiene 600 o 500 años, le permite hacer una posesión diferente a las normales –leyendo un pequeño cuaderno de notas- además de que sus medios de posesión son precisos con su espíritu acompañante –comentó mientras veía como su prima se ajustaba su oráculo virtual en su mano izquierda y se colocaba pulseras en la mano contraria-

Tsubasa: ¿Y si nos toca pelear contra ellos? –Dijo mientras estaba recostada sobre un futon en aquella habitación-

Tsugumi: Lo dudo, son muy poderosos, es poco probable que vuelvan a tocar en una batalla, seguramente volverán a pelear más adelante –volteando su mirada mientras se colocaba sus pequeños aretes de estrellas-

Tsubasa: No lo digo solo por Funbari Onsen, lo digo por ese sujeto, el supuesto Asakura Hao –llevando sus manos detrás de su cabeza y cruzando las piernas- escuche en la cafetería que sus subordinados han matado sin piedad a sus oponentes, sería un total desperdicio morir por culpa de ese sujeto si en realidad estamos aquí solo para entrenar

Tsugumi: Pero uno de esos equipos peleó contra The Ren, fíjate que ellos ganaron la pelea –en eso escucho un suspiro proveniente de su prima a lo que ella bajo un poco la cabeza con una gota en la nuca- por favor, no otra vez…

Tsubasa: El equipo The Ren es tan poderoso y su líder es tan apuesto y fuerte, sí tan solo pudiera conocer un chico así –comentó mientras reía para sí rodeada de brillos y corazones-

Tsugumi: En mi opinión es algo ególatra ese chico –cruzando los brazos-

Tsukasa: Tiene razón, nombró al equipo con su nombre, ni siquiera el mismo Asakura Hao hizo eso

Tsubasa: ¡Silencio! –las miró con el ceño fruncido para después voltearse como si nada- Un líder tiene todo el derecho de llamar a su equipo como le plazca, quisiera saber su estilo de pelea y quien hizo sus armas, son tan hermosas, quisiera verlas de cerca, algún día, algún día lo veré de cerca de nuevo jajajaja –riendo para sí abrazando una pequeña almohada mientras sus hermanas solo la miraban con gotas en la nuca-

Tsukasa: Ehem… deberíamos preocuparnos más de buscar más información sobre otros equipos ¿No creen?

Tsugumi: Tsuki tiene razón, vamos –caminando a la puerta- arriba Baba, tenemos mucho que hacer hoy –arrastrando a su prima mientras esta se quejaba-

Eras fuerte, e ibas por el premio mayor, habían muchos otros fuertes contrincantes pero había algo en ti que me llamaba la atención…te caías…y volvías a levantarte…y cuando todo parecía perdido sacabas de donde no tenias fuerza… y ganabas.

¡Funbari Onsen es el ganador!

Se pudo escuchar por todo el estadio, algunas personas se levantaron emocionadas mientras otras veían con terror el cuadrilátero, Tsugumi estaba sentada en una de las primeras filas, era una de las pocas personas emocionadas en el estadio mientras apretaba sus puños; ya lo había tomado como costumbre, ver las peleas del equipo Funbari Onsen.

Tsugumi: ¡Ganó de nuevo! –exclamó mientras aplaudía, se acercó a las barandas de rojizas del estadio para poder ver mejor el campo de batalla y pudo observar como el chico sonreía a pesar de algunos moretones y todo el cansancio que tenia, la jovencita solo sonreía sonrojada y le aplaudía, fantaseando con que algunas vez el chico escuchara sus ánimos-  

 Y al final de cada pelea me dejabas ver esa enorme sonrisa tuya.

--Fin del Flash Back
 
Tsugumi: Me tomo algo de tiempo descubrir lo que te hacia tan interesante Asakura Yoh, pero lo conseguí –dijo mientras se levantaba de la arena y se limpiaba un poco sus shorts, Yoh aun guardaba silencio ¿Qué mas podría hacer? El estaba ahí para escucharla; al momento la chica volteo alzando un dedo sonriente- amor ¿o me equivoco? –el chico le brindo una pequeña sonrisa a lo que la chica colocó sus manos detrás de su espalda y volteó de frente al mar- No importa cuánto costara, o cuantos obstáculos tuvieras que superar, tú amabas lo que hacías, sabías que todo iba a estar bien, sabías que ibas a mantenerlo todo bien, para conservar esas personas y todos esos momentos que amabas tanto –su cabello flotaba al son del viento mientras sonreía y le hablaba con dulzura- Me di cuenta tan solo con mirarte por un tiempo…y…

 Hubo un pequeño silencio, la rubia lo miró de reojo algo melancólica pero al momento alzó la cabeza viendo al mar y respiro profundamente.

…Y te quise.

Tsugumi: Te quise porque me hiciste admirarte –decía con los ojos entrecerrados para no llorar, a pesar de todo lo que decía, ella quería tener al menos una pequeña sonrisa en su rostro- porque me enseñaste a través de tu pasión que mi verdadera virtud era la misma que la tuya, compartía mi verdadero talento contigo…Amamos y luchamos para proteger –ambos cerraron los ojos tranquilos, recordado cada palabra dicha o escuchada, y era verdad, ellos amaban a sus seres queridos y su único propósito era protegerlos aún cuando tuvieran que pelear para lograrlo-

--Flash Back

Cuando me enteré que tenía la oportunidad de conocerte, al primer momento en el que pude hacerlo, no dudé pero…nunca me había imaginado que no iba a encontrarte solo

Tsukawa: Ella es Anna-san, la esposa de Yoh-san, Tsugumi onê-san –dijo la joven mientras le presentaba a la rubia dueña de aquella casa, ambas se observaron detenidamente hasta que Anna cruzó los brazos y se encogió en hombros mientras Tsugumi solo la observaba un poco seria mientras la joven caminaba para sentarse al lado de su esposo-  

Y sin embargo me quedé, y me tragué el dolor que a veces me causaba, y me rehusaba a entender tus sentimientos…

--Fin del Flash Back

Tsugumi: Fui egoísta y lo siento –volteando para mirarlo mientras intentaba darle una sonrisa- Hoy te llame aquí para darte las gracias y para decirte…-era ahora o nunca, al notar como el joven la miraba atento pero con las mejillas algo sonrojadas pudo aprovechar, respiró profundamente y le sonrió ampliamente con pequeñas lagrimas en los ojos-

…Te quiero…

 La chica bajó la cabeza avergonzada, lo había hecho, al fin lo había dicho, al chico que ella tanto admiraba y quería, su rostro estaba completamente rojo, las puntas de sus orejas tenían una tonalidad rosa, temblaba un poco tal vez por la emoción o la adrenalina de haber dicho tantas cosas hasta que alzó la cabeza feliz mientras apretaba un puño y se escapaban pequeñas lagrimas de sus ojos

Tsugumi: ¡Jajaja lo dije jajajaja! ¡Lo logré! Al fin pude hacerlo –el chico se levanto de la arena algo sonrojado y tomo el puño que apretaba la rubia, debía decirle algo, lo que fuera, pero no podía quedarse callado-

Yoh: T-Tsugu-mi yo-- -trato de decir el joven mientras tomaba delicadamente su mano hasta que la rubia lo interrumpió-

Tsugumi: No digas nada –dijo la chica sonriéndole dulcemente-…yo entiendo, es imposible… Pero necesitaba hacerlo, ¿sabes?, necesitaba sacarlo todo del sistema –dijo soltándose delicadamente de Yoh para voltear su vista al mar extendiendo uno de sus brazos mientras sonreía hasta que no pudo más, no pudo controlar más las lagrimas pero a pesar de todo siguió hablando, con una voz algo ronca-…cuando dejemos este lugar…e-esas palabras se quedarán aquí con estos sentimientos, en el mar, a-así…así qu—

 No pudo continuar, abrió los ojos sorprendida al sentir como dos brazos la rodeaban delicadamente, el joven la atrajo hacia él, ella aun sorprendida solo pudo seguirle la corriente y lo abrazó, era cálido, como ella había imaginado que sería un abrazo de él, el joven guardó silencio, estaba muy sonrojado y no sabía que decir.   

Yoh: M-muchas gracias –dijo el joven posando una mano sobre la cabeza de la chica mientras esta permanecía callada escondiendo su rostro- aprecio tus sentimientos, los aprecio mucho en verdad, se que eres muy fuerte…y sé que no soy la persona adecuada para ayudarte…pero sé que vas a conseguirlo…-la tomo por los hombros delicadamente para separarse y le alzó la cabeza para que pudiera mirarlo, el chico solo le sonrió ampliamente- gracias…en serio muchas gracias…Tsugumi –la joven aun con lagrimas en los ojos le sonrió, respiró profundamente y con las energías que le quedaban pudo responderle-

Tsugumi: ¡Sí!

 Ya no había más que decir, ambos se despidieron con una pequeña sonrisa; Yoh la observó dulcemente mientras se despedía agitando una mano, Tsugumi le sonreía a pesar de tener algunas lagrimas en los ojos, ya era libre, el joven se dirigió al camino rumbo a las canchas para regresar al hotel mientras que la chica se quedó en la playa, abrazándose a si misma mientras que la brisa dejaba volar su cabello, sonrió para sí y suspiro.

Ya todo acabó
 
  No muy lejos de ahí, cerca de las canchas deportivas del hotel donde paseaban algunos huéspedes y disfrutaban un poco del aire libre, estaba Hao reposando en una pequeña ladera, apoyando sus manos detrás de su cabeza mientras observaba el atardecer, notaba como el tono rojizo del cielo cambiaba lentamente a un rosa pálido, a lo lejos podía notar como poco a poco se juntaban las nubes de un color lila, se podría decir que el ambiente estaba tranquilo pero él sabía que era lo contrario, podía sentirlo, a pesar de esa fachada tranquila el sabia que el ambiente estaba pesado, algo estaba pasando, se podía decir que era como la calma antes de la tormenta.

 Impaciente se levantó de su lugar buscando algo que hacer, algo con que entretenerse; subió la ladera hasta llegar al camino central de las canchas, aquel que todos los huéspedes usaban para atravesar el sector, la caminería donde se habían encontrado ayer al fantasma en pena, se apoyó en un pequeño árbol metiendo las manos en sus bolsillos y siguió observando el cielo. Al momento escuchó unas pisadas acercarse, después de tanto tiempo no tenía duda a quien pertenecían pero lo que le extrañó fue que al voltearse y mirar a su hermano menor, notó como caminaba solo, algo extraño estaba pasando con solo ver eso…aunque.          

Hao: ¡Ah! Yoh… -dijo despreocupado al tenerlo lo suficientemente cerca- ¿Has visto a Tsugumi? –si sus sospechas eran cierta, de seguro que la respuesta de su hermano lo confirmaría-

Yoh: ¿Hm?…está en la playa –dijo el chico despreocupado, guardo un momento silencio y después agregó cortésmente tomando en cuenta lo que había pasado- aunque creo que quiere estar sola Hao

Hao: Aaah…ya veo –comentó el joven entrecerrando sus ojos, lo sabía desde un principio, ya habían movido las piezas de ajedrez en este juego- ¿Nos vemos esta noche para cenar? –Dijo evadiendo el tema viendo como su hermano se alejaba-

Yoh: ¡Seguro! –exclamo el joven Asakura mientras empezaba a aumentar la velocidad de su trote, si no se encontraba con Anna pronto seguro le esperaba un buen regaño, por su parte Hao lo observaba de lejos mientras volvía a meter sus manos en los bolsillos, guardó silencio todo ese rato mientras dirigía su mirada en dirección a la playa y de nuevo a la dirección donde se había ido su hermano-

Hao:…Solo iré por curiosidad

 El chico empezó a caminar en dirección a la playa muy relajado disfrutando el camino, no le tomó mucho tiempo encontrar a la rubia, por un momento pensó en regresar pero por otro lado podría… intentar; se sentó a su lado sin decir palabra y con su vista dirigida al mar, Tsugumi inmediatamente al sentir su presencia movió su rostro al lado contrario ocultando sus lágrimas del joven quien sencillamente cerró los ojos y extendió sus piernas sobre la arena relajado.  

Tsugumi: No estoy llorando –dijo la chica después del incómodo silencio, tratando de mantener su voz normal-

Hao: Lo sé…-respondió sin importancia-

Tsugumi: Tenía que hacerlo…-dijo de nuevo-

Hao: Lo sé…

Tsugumi: No podía más…

Hao: Lo sé…

Tsugumi: No voy a llorar…

Hao: Lo sé…

Tsugumi: Porque NO soy débil…-dijo enfatizando sus palabras decidida-

Hao: … Lo sé –repitió por última vez el joven, mientras aun apoyaba una de sus manos sobre la de ella-  

Yo no soy débil

 Mucho después, cuando el cielo ya estaba completamente oscuro y adornado hermosamente por miles de estrellas la chica había caminado a la playa, con ella traía una pequeña lámpara de papel con una vela encendida dentro de ella, poco a poco caminó por la costa hasta adentrarse un poco al mar dejando que las olas mojaran sus piernas. Respiró profundo mientras que con cuidado dejaba la lámpara sobre el agua, sonriendo para sí al verla flotar. La empujó para que la corriente la llevara mientras ella la veía alejarse y se abrazaba a si misma por la brisa fría que pasaba, su cabello se mecía al son del viento…ya todo estaba más tranquilo.

Por mi nuevo comienzo
 
 Comúnmente las personas escribían en esas lámparas buenos deseos para los difuntos, pero para ella no era así este año, ella se despedía de su antiguo yo, como decía su lámpara…era un nuevo comienzo para ella a partir de ahora, ese pensamiento la animaba; se quedó allí y espero hasta que su lámpara desapareciera entre las olas del mar. Estiró los brazos poco después, habían sido unos días muy duros pero fueron para bien; al regresar a la arena pudo notar como a lo lejos había una pequeña fogata, sabía quienes la habían hecho, sonrió para sí para empezar a caminar en dirección al grupo de jóvenes quienes se divertían encendiendo pequeñas luces de bengala y conversaban alegremente entre ellos.

Tsugumi: Supongo ya es momento de decirles –dijo al acercarse más y fue cuando sus hermanas la vieron llegar, todos voltearon a verla mientras la más joven corría hacia ella-

Tsukawa: ¡Tsugumi onê-san! ¡Tsugumi onê-san! –decía la joven hasta llegar donde estaba la rubia y abrazarle un brazo preocupada, las gemelas un momento antes habían intercambiado serias miradas pero decidieron ir donde la rubia esperando encontrar la respuesta a sus dudas- estábamos preocupadas onê-san ¿No te encontrábamos por ninguna parte? ¿Estás bien?

Tsugumi: Tranquila Wawa, estoy bien –dándole una dulce sonrisa a la chica para tranquilizarla mientras jugaba con su cabello, a lo que noto la mirada de las gemelas sobre ella, una un poco preocupada y la otra se cruzó de brazos mientras fruncía el ceño, ya sabía que algo así vendría-

Tsubasa: Déjate de juegos Gumi, ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Desapareciéndote sin darme explicación –inflando sus mejillas, mientras su gemela solo se masajeaba la sien y apoyando una mano en su hombro intentaba calmarla-

Tsukasa: Relájate, no hagas una escena por favor –comentaba la chica con muchas gotas en la nuca-

Tsubasa: No hago escenas, lo que digo es verdad, ¡tú! –Volteando a ver a la rubia- estás muy extraña desde ayer, algo malo te pasa y no me quieres decir, duro todo el día preocupada por ti y de la nada desapareces sin siquiera molestarte en decirme a dónde vas o cuando volverás, lo mismo hiciste ayer, escapándote de mi

Tsukawa: ¿Me? –Comentó de repente pestañeando varias veces a lo que Tsukasa la atrajo hacia ella para taparle la boca con una mano-

Tsukasa: Shh…no es buen momento –observando a su gemela y a la rubia con grandes gotas en la nuca mientras alejaba a su hermana menor de ellas-

Tsugumi: Justamente a eso vengo Baba –sonriéndole a su hermana, conocía bien a Tsubasa como para saber que todo lo que decía era solo producto de su dramatismo desbordado, le pasó un brazo por el cuello mientras ella seguía con las mejillas infladas por su enfado, Tsugumi solo reía divertida mientras le repetía una y otra vez que se lo explicaría-

Tsubasa: ¡Claro! Después que te reclamo ahora si me dices que me explicarás ¿no? ¡Hm! –alzando su rostro mientras pegaba sus brazos a los lados de su cuerpo y apretaba los puños-

Tsugumi: ¡Baba! En serio lo siento, perdóname, dame tiempo para explicarte ¿Sí? ¿Sí? –Jugando con ella hasta que usó algo infalible en contra de su prima- prometo que me montaré contigo en el próximo juego extremo que quieras –la castaña la miró de reojo aún no convencida del asunto a lo que Tsugumi alzó su dedo índice sonriente- y comeremos una copa de helado especial…con cuantas fresas y crema batida prefieras –la rubia escuchó un pequeño murmullo de su prima a lo que sonrió divertida- lo prometo tonta

Tsubasa: ¡Bien! –golpeando su espalda para después caminar delante de ella sonriente, esa chica no era tan difícil de convencer-  

Tsukawa: Onê-sama crees que en verdad onê-chan este bien –dijo la joven volteando preocupada a ver a su hermana mayor mientras esta solo sonreía-

Tsukasa: Ya lo sabremos después que nos cuente, pero seguro que lo está –cubriéndose parte de su boca mientras sonreía-

Pilika: ¡Ven Tsukawa! Encenderemos algunas luces de bengala –llamando a la chica con una mano alzada mientras Horohoro tenía varias en su mano dispuesto a encenderlas-

Tsukawa: A-ah, ¡ya voy! –la chica volteó de nuevo a ver a su hermana quien le sonrió y le asintió, la jovencita se soltó de ella y fue corriendo a donde estaban Pilika y Tamao quienes la recibieron sonriente-

Se lo dije después de tanto tiempo, al fin pude hablar con Yoh

 Dijo la joven sonriendo mientras mecía los pies de atrás hacia delante sentada entre las gemelas sobre un tronco, disfrutaban de los fuegos artificiales que encendían los chicos, las tres estaban algo alejadas del grupo quienes gritaban emocionados de vez en cuando por las variadas pirotecnias que encendían, pero al escuchar esas palabras de la rubia, las gemelas giraron rápidamente sus rostros sorprendidas.

Tsukasa: ¿Cuándo se lo dijiste Tsugumi? –Preguntándole algo preocupada y manteniendo la voz baja-

Tsugumi: Esta tarde –sonriéndole-

Tsubasa: P-p-pero Gumi ¿Qué paso? ¿Qué te dijo? ¿Estás bien?

Tsugumi: No sucedió nada, solo se lo dije, le aclaré mis sentimientos y ahora estoy libre de ese peso –comentó sin dejar de sonreír pero las gemelas la miraban preocupadas-…lo siento chicas…fui egoísta…

Tsukasa: ¿A qué te refieres? –preguntándole dulcemente-

Tsugumi: Fui egoísta con ustedes por no decirles lo que me sucedía, pero no quería hacerlas sentir mal…ustedes han estado tan felices últimamente con Horohoro y Ren… yo no quería arruinarles toda esa felicidad preocupándolas con mis problem—

Tsubasa: Gumi Aho –interrumpiéndola dándole un pequeño golpe con su codo mientras reía- Aho, Aho, Aho

Tsukasa: Es verdad –riendo divertida- ¿Cómo puedes decir eso Tsugumi?

Tsubasa: No importa como estemos, eso no nos impide ayudarte tonta –abrazándole de lado-

Tsukasa: Siempre estaremos preocupadas por lo que te pase, no importa las circunstancias –abrazándole un brazo-

Tsubasa: Con o sin chicos igual nos preocupamos por ti –guiñándole un ojo mientras ella y su gemela reían divertidas-

Tsugumi:…Lo siento…lo siento mucho –dijo al fin la chica mientras pasaba un brazo sobre ambas chicas para abrazarlas, sin duda era lo que faltaba para terminar bien ese día-

Prometo que no volverá a pasar, prometo que seré mejor

 Las tres chicas rieron divertidas por un largo rato mientras se tomaban las manos y disfrutaban todos los fuegos artificiales, ya la palabra Okinawa no tendría el mismo significado de antes, ya no sería solo una palabra que les recordara a un lugar turístico, a un lugar lleno de hermosas playas sino más bien a esa isla que las ayudó a crecer, a descubrir más y a disfrutar, disfrutar de verdaderos momentos felices.

Sayonara…Tsugumi

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